Los Niños en la Cultura Azteca: Educación, Disciplina y Sacrificios
Los antiguos aztecas tenían una gran consideración por sus hijos, y pensaban que eran un pedazo de tesoro, algo que tenían que tratar con cuidado y proteger. La familia azteca era una parte importante de la sociedad, tanto así que en realidad las mujeres que morían dando a luz recibían los mismos honores que los guerreros aztecas que morían en la batalla. Por lo tanto, no es difícil ver cuán importantes eran los niños en el mundo de los antiguos aztecas, los cuales eran educados, entrenados y cuidados por su familia por mucho tiempo después de que se habían casado o incluso tenían sus propios hijos.
Los niños aztecas
Nacimiento de los niños aztecas
Los aztecas daban la bienvenida a la vida con fiestas y celebraciones, era un momento de alegría, los niños eran valorados en gran medida en el imperio azteca, y eran vistos como los futuros protectores de su sociedad. De hecho, hay canciones históricamente conocidas de los antiguos tiempos aztecas que incluso comparan a los niños con el jade y otras piedras preciosas, por lo que no es de extrañar que el parto fuera una ocasión memorable.
La típica partera azteca era una señora mayor, y ella traía al bebé, y daba un poderoso grito de guerra al momento del nacimiento. Como mencionamos anteriormente, la importancia del parto, significaba que los aztecas comparaban el sufrimiento de dar a luz con el esfuerzo de un guerrero para capturar un enemigo.
Sin embargo, curiosamente, la partera procedía a pronunciar el papel del niño justo después de su nacimiento. Los niños estaban típicamente destinados a ser guerreros, la cual era vista como su destino. Por otro lado, las niñas estaban predestinadas a hacer las tareas de la casa, a formar una familia y a elaborar y reparar la ropa. Estos roles eran simbolizados al enterrar el cordón umbilical de la niña bajo la casa, mientras que el de los niños era entregado a un guerrero para que fuera enterrado en un campo de batalla.
Después del nacimiento del bebé azteca, un adivino llegaba para predecir el destino del niño de acuerdo a un estudio astrológico basado en la fecha de nacimiento del niño. La información proporcionada era utilizada por los padres para darle el nombre al niño durante una ceremonia de baño, si se determinaba que era un buen día para darle el nombre. Los nombres aztecas estaban basados en animales u objetos, tales como ‘Precioso Jade’, ‘Pavo Hambriento’, ‘Pequeño Penacho’ o tan únicos como ‘El que se ríe de las mujeres’. Luego venían los regalos para el niño azteca, dependiendo de su sexo, los niños recibían arcos y flechas o una herramienta para tejer, y las niñas una escoba y una cesta, los aztecas tenían ideas muy tradicionales sobre los roles de género en la sociedad.
Los niños aztecas eran típicamente criados afectuosamente por sus padres, y eran enseñados por el ejemplo en su hogar. A la edad de 5 años los niños iban con sus padres al mercado, a recoger leña o a pescar. Las madres enseñaban a las niñas a tejer y ellas ayudaban a cocinar. Se esperaba que todos ellos ayudaran en la jardinería y la agricultura si era necesario, lo cual era una habilidad esencial que todos los niños aztecas debían aprender, ya que formaba parte de la base de su sociedad.
Sacrificios infantiles en la sociedad azteca
Algunos niños aztecas que nacían en el momento astrológico correcto eran «comprados» y usados como sacrificio humano. Esto es, por supuesto, bastante impactante en los tiempos modernos, pero para la antigua población azteca no era impactante sino bastante normal. En recientes hallazgos arqueológicos, se encontró que los niños aztecas tenían las gargantas cortadas, y tal vez esa era una manera de silenciar su llanto. Tanto como los padres aztecas amaban a sus hijos, esta práctica fue aceptada para apaciguar a los dioses aztecas y como consuelo, se creía que los niños iban al paraíso: Tlaloc.
El comportamiento y disciplina de los niños aztecas
Se pensaba que los aztecas eran estrictos pero amorosos con sus hijos. Cuando los niños aztecas salían con sus padres, se les enseñaba a comportarse de cierta manera al socializar o encontrarse con otras personas. Los padres enseñaban a los niños a trabajar duro y a ser humildes, y generalmente a ser respetuosos. A las niñas aztecas se les enseñaba a ser sumisas, recatadas y a no contestar a los adultos. Tanto a los niños como a las niñas aztecas también se les enseñaba que robar, apostar, beber y chismorrear eran malos hábitos.
La paternidad azteca, como lo mencionamos anteriormente, era considerada estricta pero justa, y si los niños aztecas se comportaban mal, su castigo era muy duro. Un niño azteca con mal comportamiento, por ejemplo, sería obligado a inhalar el humo de pimientos picantes, lo cual quemaría sus ojos, nariz y boca. De esta manera, los aztecas a menudo usaban castigos para implorar un buen comportamiento y enseñar a sus hijos las consecuencias de sus acciones.
Educación de los niños aztecas
La educación de los niños aztecas dependía en parte de la condición de su familia, los hijos de los nobles tenían más oportunidades que los de un granjero. Por ejemplo, los hijos de Macehualtin o los plebeyos iban a la escuela de telpochcalli para aprender habilidades militares, religión e historia. Los niños aztecas tenían una escuela separada de la de las niñas, ya que los aztecas consideraban importante aprender a mantener a los dos sexos separados. Una cosa que era única durante tiempos antiguos en la sociedad azteca, era que la educación gratuita era obligatoria por la ley azteca e incluso a los esclavos se les permitía el mismo privilegio.
Los niños aztecas que salían bien en la escuela eran enviados a calmecac, que era en esencia era una experiencia de educación superior. El calmecac era también la escuela a la que asistían los hijos de Pilli o la nobleza. Los sacerdotes aztecas de estas escuelas les enseñaban todo sobre la religión, gobierno, astronomía, historia y poesía. Los niños aztecas que asistían a esta escuela se convertirían más tarde en sacerdotes, funcionarios y líderes.
Lee también: Organización Social Azteca
Los jóvenes aztecas iniciaban su educación a los 15 años de edad en el calmecac. Aquellos que no asistían a esta escuela iban al cuicacalli, una academia militar juvenil que los preparaba con más habilidades en el importante arte de la guerra. Las niñas aztecas aprendían más en casa, aprendían a tejer telas, lo cual comenzaba a los cuatro años de edad, y más adelante, a los 12 años de edad, aprendían a cocinar. Después de eso, las niñas aztecas estaban consideradas más o menos listas para ser una buena esposa. Las niñas nobles, a la edad de 12 o 13 años de edad eran elegidas para servir a las sacerdotisas o ir ser entrenadas para convertirse en una de ellas.
Las mujeres tenían poca influencia directa en los asuntos públicos y en la política, pero en los asuntos privados, era una historia completamente diferente. Aunque los hombres eran los jefes oficiales de los hogares, las mujeres a menudo se encargaban de los negocios fuera de la casa, y si eran nobles tenían que ser especialmente buenas en la administración de las finanzas del hogar, ya que los hombres solían estar lejos como guerreros, trabajando en asuntos del estado, o atendiendo llamadas a domicilio como médicos.
Los niños aztecas y los juegos
El juego y los deportes eran también importantes en la sociedad azteca, y a los niños aztecas se les enseñaba esto desde una temprana edad. Los aztecas tenían estructuras de canchas de pelota para su juego llamado Ullamaliztli, el cual era un juego que se practicaba con una pelota de goma. Los niños aztecas también tenían el Patolli, que era un popular juego de mesa, y los niños también jugaban con piedras, arcos y flechas, al igual que la mayoría de los niños.
Además de los juegos y la diversión, la música era importante para los niños aztecas y se les enseñaba cómo tocar instrumentos musicales y cantar las muchas canciones aztecas importantes.
Lee más aquí: Juegos y Deportes de los Aztecas
Matrimonio de los jóvenes aztecas
El matrimonio en la sociedad azteca tenía lugar cuando las personas eran relativamente jóvenes, por supuesto en los tiempos de los antiguos aztecas, no vivirías una vida muy larga debido a las dificultades inherentes de la vida en esos tiempos. Las jóvenes aztecas generalmente se casaban antes de los 15 años de edad con los varones que se graduarían de la escuela a los 20 años. Los hombres aztecas de esta edad estaban completamente preparados para ir a la guerra, de modo que las mujeres aztecas se encargaban de la casa, hasta que sus esposos regresaran.
La vida de los niños aztecas, en resumen
Está claro que el valor de la estructura familiar y la educación de los niños aztecas contribuyó a una sociedad mejor. Es evidente que esta importante cultura de valorar a los niños y educarlos adecuadamente ayudaba a convertir a los niños aztecas en ciudadanos productivos. Los hijos de los aztecas recibían mucho respeto y educación, y a menudo definían caminos de vida, y esto muy probablemente contribuía a la grandeza del Imperio Azteca.